sábado, 18 de diciembre de 2010

Buddha como avatar de Vishnú

Vishnú es un PODER bondadoso porque es la Fuerza que permite el constante renacer, pero es un Poder pasivo que está para preservar la continuidad de la sucesión de los fenómenos.
Todo avatar de Vishnú está alineado con el Bien, la benevolencia y la curación auténtica.
Los avatares de Vishnú respetan y cuidan la Vida en todas sus manifestaciones. Reconocen la Unidad del Todo, abarcando la consideración del espacio y del tiempo en su totalidad.
Los avatares puede encarnarse en cualquier momento en la Tierra a fin de continuar guiando a las criaturas hacia la Vida y así evitar su destrucción.

Los Avatares de Visnú

Matsya, el pez, relacionado con la época del Diluvio sumerio de hace 5131 años.
Kurma, la tortuga. Tras la Gran Inundación, se sentó en el fondo del océano y sobre su espalda los demás dioses le colocaron una montaña para que sólo ellos pudieran recorrer el mar y encontrar los tesoros de los antiguos pueblos védicos.
Varaha, el jabalí salvaje. Se dice que luchó durante 1.000 años contra el demonio de la codicia. En Amérika su símbolo está presente en Chavín. Todavía en el presente se celebran las diabladas.
Narasimha, el hombre león. Se lo considera el 'Gran Protector'. Está presente en la Esfinge de Giza.
Vamana, el enano, es el enano Adivino de la cultura maya.
Parashu-Rama, el hachero.
Rama, el gentil.
Krishná, el amante, fue el octavo avatar de Vishnú.
El noveno avatar de Visnú fue un personaje histórico: Buda
Kalwin, el caballo blanco. Al final de esta era del mundo, cuando la humanidad se haya degenerado completamente, Visnú vendrá en su décima encarnación: sobre un caballo blanco y alzando una espanda de fuego, destruirá el mal y renovará el mundo.

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