Para eliminar por completo la angustia de nuestras vidas (que no es existencial sino funcional), es preciso desarrollar:
El Recto Entendimiento,
El Recto Pensamiento,
El Recto Lenguaje,
La Recta Acción,
La Recta Vida,
El Recto Esfuerzo,
La Recta Atención
y la Recta Concentración.
Cada acción, incluso la más pequeña y rutinaria, merece nuestra total atención.
Se trata de entregarnos completamente a esta tarea mientras la hacemos.
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