miércoles, 6 de julio de 2011

Práctica del Ch'an

En la escuela Ch’an, lo más importante es la experiencia directa derivada de la práctica real y no depender del lenguaje escrito o hablado.

Uno práctica Ch’an a través de varias formas de meditación.

Nuestro maestro, el Venerable Hsing Yun, proviene de la escuela Ch’an Lin-chi, la cual tiene como forma de práctica el uso del koan. Koan es una palabra o frase, la cual es utilizada como una herramienta para cultivar la conciencia y vivir la realización de nuestra naturaleza búdica. Aunque no excluye la práctica tradicional del koan, en la que el practicante tendría que meditar sobre frases como: ¿cuál era nuestro rostro original antes de ser dado a luz por uno de nuestros padres?, o ¿los perros pueden tener naturaleza búdica?, y ¿quién está recitando el nombre de Buddha?, el Venerable maestro Hsing Yun enseña la práctica integrativa y desafiante de “vida diaria”. Por consiguiente, el Ch’an implica.

a) Investigar el Ch’an a través de la duda

“En otras religiones no hay lugar para la duda, uno tiene que creer incondicionalmente. Pero el Ch’an nos incentiva a que comencemos desde la duda. Una pequeña duda lleva a una pequeña realización. Una gran duda lleva a una gran realización. Sin duda no habrá realización.

b) Buscar comprensión a través de la contemplación

”Una vez que las dudas han despertado, uno necesita contemplarlas para alcanzar la realización. La contemplación diligente y la investigación de nuestras dudas conducirán finalmente a la realización.

c) Estudiar el Ch’an preguntando

”Cuando contemplamos nuestras dudas, ya sean pequeñas o grandes, lo más importante es mantener las preguntas hasta que alcancemos la realización. Es como tratar de atrapar a un ladrón, uno tiene que perseguirlo sin tregua. Por ejemplo, al contemplar “Quién está recitando el nombre de Buddha?, uno puede preguntarse: ‘¿Es la mente la que está recitando?’, ‘¿Quién es la mente?’; ‘Si la mente soy yo, es la boca la que está recitando el nombre de Buddha; ¿no soy yo?’; ‘Si la boca soy yo, entonces, es el cuerpo el que hace prosternaciones al Buddha; ¿no soy yo?’; ‘Si el cuerpo soy yo, entonces son los ojos los que rinden respeto a la estatua del Buddha; ¿no soy yo?’. La realización final será alcanzada si uno abriga preguntas como éstas.”

d) Realizar el Ch’an a través de la experiencia personal.

“Para practicar Ch’an uno tiene que comenzar con la duda, la contemplación y el cuestionamiento, pero la etapa final y más importante es la experiencia personal del Ch’an. El Ch’an no es algo que sea dicho con palabras ni contemplado con nuestros corazones y mentes; de hecho, debemos liberarnos de todo esto para experimentar el Ch’an. La realización es un estado de la mente que no puede ser expresado con palabras. El Ch’an sólo puede ser experimentado por aquellos que la han alcanzado.

¿Alguna vez ha escuchado el murmullo de un arroyo? ¡Ése es el sonido del Ch’an!

¿Alguna vez ha observado las hojas verdes de un sauce? ¡Ése es el color del Ch’an!

¿Alguna vez ha visto el corazón de una flor de loto? ¡Ésa es la mente del Ch’an!”

El humano sólo es puro en un ámbito natural de extrema pureza.

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